Bellas palabras que gustan leer cuando tu trabajo y pasión se han unido y luchas por un modelo de trabajo Sano con el medio Ambiente y que nos haga autosuficiente. Hace días recibí esta carta de una bella persona y clienta de una actividad privada PlayD. Me honra compartirla, ya que para nosotros cada salida, cada evento, es único y diferente. Gracias @Sab Sabinette.
Me llamo Sabine, vivo en Barcelona y hace unas semanas, tuve la idea de contactar con PlayD para prepararme para la Spartan Agoge Namibia en la cual participaré en junio. La Spartan Agoge es una prueba de resistencia muy exigente, con duración de 60+ horas en autosuficiencia. En mi caso, soy finisher de 2 Spartan Agoge (una en Estados Unidos y otra en Mongolia), pero se me ocurrió que necesitaba una preparación específica : 1. Para aprender las técnicas obligatorias en esta nueva prueba (en particular : fuego con fricción, cordelería, navegación con estrellas), y 2. Para ser más autónoma y menos pendiente del grupo en la hora de tomar iniciativas y entrar en acción.
Este fin de semana, desde PlayD me ofrecieron la posibilidad de beneficiar de una formación de 30 horas en inmersión en la naturaleza, aprendiendo y repasando las varias técnicas necesarias para la supervivencia : construcción de refugio, fuego manual, cortar, tallar y utilizar madera, orientación, identificación de rastros de animales, etc. Sin olvidar el aspecto más mental : aguantar una noche fuera, a pesar de las intemperies, y llegar a verlo como algo agradable.
La formación fue dirigida por la mano de Albert que se dedicó al 200% a mis expectativas durante estas 30 horas fuera del mundo, y compartió conmigo una sabiduría y experiencia adquiridas al largo de muchas décadas de práctica.
La primera cosa, más importante, fue aprender a hacer fuego con recursos naturales – algo que había visto varias veces, pero que nunca me había atrevido a intentar por mi cuenta. Albert me explico todos los conceptos básicos, así como las técnicas indispensables para lograrlo.
Nos fuimos por unas horas de trekking, y algo muy impactante fue como me aprendió a mirar al entorno con otros ojos, reconociendo la vegetación o las huellas, anticipando la utilización que se puede hacer de ellas, poniéndose en situación de escenario catástrofe y buscando las soluciones.
Tras haber preparado una comida con recursos naturales que supo a gloria, nos pusimos en varios talleres prácticos, incluyendo fuego por fricción, manejo de sierra y hacha, cordelería. Para mí, fue un no parar de trucos, informaciones, explicaciones, y me quedé con una enciclopedia para poder utilizar en todas mis futuras pruebas.
Al caerse de la noche, llegó la hora de construir refugio para protegerse contra el frío y la humedad que ahí, en el Montseny donde se tenía el curso, picaban bastante. Albert me dejo en autonomía para construir el refugio, lo que me obligó a buscar dentro de mí los recursos para conseguirlo, a pesar del cansancio y de la falta de confianza que a veces nos paralizan. Y siendo sin otra opción, lo logré entonces, y pude pasar una noche tranquila al lado del fuego.
La madrugada fue la parte más psicológica, cuando hubo que encender el fuego otra vez, pero ahora con el cansancio y la humedad que no ayudaban mucho. Esta parte del curso me pareció muy importante para ponerse en situación de estrés, ya que una situación de supervivencia es una situación donde muchas veces las condiciones no te lo pondrán fácil. Tras haber superado este pasaje más mental, me veo ya más fuerte para enfrentarme a situaciones inesperadas y exigentes.
Al volver de estas 30 horas de formación, me quedo con la sensación de haber cumplido un paso inmenso tan en cuanto a preparación para la Spartan Agoge como en el ámbito de crecimiento personal. Fue una experiencia brutal y extremadamente gratificante donde aprendí muchísimo sobre mi misma, por encima de aprender técnicas de supervivencia. Mi más sentido agradecimiento va a Víctor y Albert por hacerlo posible, y por compartir conmigo tanta sabiduría siempre con paciencia y atención personalizada.